El fascismo es una ideología política autoritaria y ultranacionalista que surgió en Europa a principios del siglo XX. Se caracteriza por la exaltación de la nación o la raza, el rechazo a la democracia liberal y la promoción de un liderazgo fuerte, a menudo en la figura de un dictador. Aboga por la eliminación de la oposición política, la censura, y el control total del Estado sobre la vida económica y social.
Antes de pasar al mapa conceptual del Fascismo, repasemos sus características.
Características del Fascismo
Una de las principales características del fascismo es su énfasis en la violencia como medio legítimo para alcanzar sus objetivos. Los regímenes fascistas suelen utilizar la represión y la militarización para consolidar el poder y suprimir cualquier forma de disidencia. Además, promueven un fuerte culto al líder, quien es visto como el salvador de la nación y el único capaz de devolverle su grandeza.
También se distingue por su rechazo al individualismo y su énfasis en la colectividad, pero no en términos de igualdad o solidaridad, sino bajo la subordinación total de los individuos al Estado. De igual manera, el fascismo tiende a ser anti-comunista, considerando el marxismo y las ideologías de izquierda como enemigos mortales.
En la economía, suele proponer un modelo corporativista, donde el Estado regula y coordina las relaciones entre empresarios y trabajadores, eliminando el conflicto de clases. A diferencia del socialismo, no aboga por la abolición de la propiedad privada, pero sí exige que esta sirva a los intereses del Estado.
Históricamente, el fascismo alcanzó su mayor expresión en los regímenes de Benito Mussolini en Italia y Adolf Hitler en Alemania, aunque ha inspirado movimientos similares en otras partes del mundo.