El Transporte Activo y Pasivo se refiere a la forma en que se produce el paso de sustancias a través de la membrana de una célula. Cuando genera gasto energético se denomina Activo, cuando no, Pasivo. Antes de pasar al mapa conceptual del Transporte Celular, repasemos sus características.
Características del Transporte Celular
Al estudiar las células, sabemos que son las unidades más pequeñas que mantienen vivo el organismo. Esto ocurre a través de procesos metabólicos: al igual que el cuerpo necesita alimentos, las células necesitan sustancias para funcionar. Pero, ¿Cómo llegan estas sustancias a las células?
Todas las células, desde las del reino Monera hasta las del reino Animal, tienen una estructura llamada membrana plasmática, que se encarga de regular la entrada y salida de sustancias de la célula.
La membrana está formada por una bicapa de fosfolípidos, es decir, 2 capas de estructuras con una parte polar (también llamada hidrofílica, porque tiene afinidad por el agua) y una parte apolar (también llamada hidrofóbica, porque tiene afinidad por los lípidos y no se disuelve en el agua).
Así, se crea un aislamiento entre el medio intracelular (dentro de la célula) y el extracelular (fuera de la célula): Además, la membrana está permeada por proteínas y pequeños canales (poros) que, en función de su constitución y afinidad, seleccionan el tipo de sustancia que la atravesará.
Por tanto, las vías por las que las sustancias pueden entrar en las células se agrupan en 2 grandes conjuntos:
- Transporte pasivo: En el que no se gasta energía durante el proceso.
- Transporte activo: En el que se gasta energía durante el proceso.