Los ecosistemas terrestres son comunidades de organismos vivos que interactúan entre sí y con su entorno físico en áreas de tierra firme. Estos ecosistemas se caracterizan por la predominancia del suelo como base y por las condiciones climáticas, como la temperatura y la precipitación, que determinan su composición y dinámica.
Antes de pasar al mapa conceptual de los Ecosistemas Terrestres, repasemos sus características.
Características de los Ecosistemas Terrestres
Existen diversos tipos de ecosistemas terrestres, como bosques, praderas, desiertos y tundras, cada uno con características únicas. Por ejemplo, los bosques albergan una gran diversidad de especies vegetales y animales debido a la abundancia de agua y nutrientes. En contraste, los desiertos presentan una vegetación escasa adaptada a condiciones de sequía extrema.
La biodiversidad en los ecosistemas terrestres es fundamental para el equilibrio ambiental. Las plantas desempeñan un papel crucial al convertir la energía solar en alimento a través de la fotosíntesis, mientras que los animales y microorganismos participan en ciclos de nutrientes esenciales, como el carbono y el nitrógeno.
Estos ecosistemas enfrentan diversas amenazas, como la deforestación, el cambio climático y la contaminación, que alteran sus funciones naturales. La pérdida de hábitat y la disminución de especies también afectan los servicios ecosistémicos, como la regulación del clima y la producción de oxígeno.
Es vital proteger estos ecosistemas mediante la conservación, el uso sostenible de los recursos y la restauración de áreas degradadas. Esto no solo asegura el bienestar de las especies que los habitan, sino también el de los seres humanos, que dependen de ellos para su supervivencia.