La respiración celular es un proceso metabólico fundamental que ocurre en las células de los seres vivos para producir energía. Esta energía se almacena en moléculas de adenosín trifosfato (ATP), esenciales para el funcionamiento celular.
Antes de pasar al mapa conceptual de la Respiración Celular, repasemos sus características.
Características de la Respiración Celular
El proceso se desarrolla en tres fases principales: glucólisis, ciclo de Krebs y cadena de transporte de electrones. Durante la glucólisis, que tiene lugar en el citoplasma, una molécula de glucosa se divide en dos moléculas de piruvato, produciendo una cantidad limitada de ATP y liberando electrones con alta energía.
El piruvato ingresa luego a las mitocondrias, donde tiene lugar el ciclo de Krebs. En esta etapa, se liberan dióxido de carbono, electrones de alta energía y una pequeña cantidad adicional de ATP.
Por último, los electrones se transfieren a través de la cadena de transporte de electrones, ubicada en la membrana interna de las mitocondrias. Este proceso emplea oxígeno y es responsable de producir la mayor cantidad de ATP durante la respiración celular. El agua es un subproducto final.
La respiración celular puede ser aerobia, cuando utiliza oxígeno, o anaerobia, cuando ocurre en ausencia de este. La respiración aerobia es mucho más eficiente en la producción de ATP que la anaerobia.
Este proceso es esencial para la vida, ya que proporciona la energía necesaria para funciones como el movimiento, la reproducción celular y el transporte de moléculas. Sin la respiración celular, los organismos no podrían mantener sus procesos vitales.