La Edad Media es un periodo histórico que abarca desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C. hasta el inicio del Renacimiento, alrededor del siglo XV. Este periodo, que duró aproximadamente mil años, se divide en tres etapas: la Alta Edad Media, la Plena Edad Media y la Baja Edad Media.
Antes de pasar al mapa conceptual de la Edad Media, repasemos sus características.
Características de la Edad Media
Durante la Alta Edad Media (siglos V al IX), Europa experimentó una fragmentación política tras la caída de Roma. Las invasiones bárbaras y el colapso del sistema urbano dieron lugar a una sociedad rural y feudal. El cristianismo, bajo la influencia de la Iglesia Católica, se expandió y se convirtió en el pilar ideológico de la época.
En la Plena Edad Media (siglos X al XIII), el sistema feudal alcanzó su apogeo. La nobleza gobernaba sobre territorios, mientras que los campesinos trabajaban la tierra a cambio de protección. Las cruzadas, expediciones militares impulsadas por la Iglesia para recuperar Tierra Santa, marcaron este periodo. Al mismo tiempo, las ciudades comenzaron a resurgir como centros comerciales y culturales.
Finalmente, en la Baja Edad Media (siglos XIV y XV), Europa vivió importantes cambios sociales y económicos. Las guerras, como la Guerra de los Cien Años, y la peste negra, que devastó la población, causaron una crisis del sistema feudal. Sin embargo, también surgieron avances en las artes, la ciencia y el comercio, lo que preparó el camino para el Renacimiento.
La Edad Media ha sido vista de diversas formas: por un lado, como una época oscura y de estancamiento, y por otro, como un periodo de consolidación cultural y religiosa que sentó las bases de la Europa moderna.