La cultura teotihuacana se desarrolló en el centro de México, principalmente en la ciudad de Teotihuacán, entre los años 100 a.C. y 650 d.C. Esta civilización fue una de las más influyentes de Mesoamérica y destacó por su impresionante arquitectura, organización social y su impacto cultural en otras civilizaciones como los mayas y aztecas.
Antes de pasar al mapa conceptual de la Cultura Teotihuacana, repasemos sus características.
Características de la Cultura Teotihuacana
Teotihuacán fue una ciudad planificada meticulosamente, con grandes avenidas, plazas y templos. Entre sus estructuras más notables se encuentran la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, que fueron centros ceremoniales clave. La ciudad también contaba con un sistema de viviendas multifamiliares que albergaba a una población diversa, lo que demuestra su alto nivel de urbanización.
La religión jugaba un papel crucial. Los dioses relacionados con la agricultura, como Tlaloc, el dios de la lluvia, y Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, eran venerados. Los rituales religiosos incluían sacrificios y ceremonias que buscaban garantizar la fertilidad de la tierra y la estabilidad política.
El comercio fue otra característica clave de esta civilización. Teotihuacán era un importante centro de intercambio, conectando regiones tan lejanas como la costa del Golfo de México y el sur de Mesoamérica. Entre los productos comerciales destacaban la obsidiana, la cerámica y textiles.
Aunque su caída alrededor del siglo VII d.C. sigue siendo un misterio, la influencia de Teotihuacán perduró en civilizaciones posteriores. Su legado arquitectónico, religioso y cultural dejó una huella indeleble en la historia de Mesoamérica, siendo aún hoy un símbolo de la grandeza prehispánica.