La clasificación de los seres vivos es un sistema que organiza a todos los organismos en grupos basados en sus características compartidas. Este sistema, conocido como taxonomía, permite a los científicos identificar, nombrar y agrupar organismos de manera lógica.
Antes de pasar al mapa conceptual de la Clasificación de los Seres Vivos, repasemos sus características.
Características de la Clasificación de los Seres Vivos
El sistema más utilizado es el de Carlos Linneo, quien desarrolló una jerarquía de clasificación que comienza con categorías amplias y se hace cada vez más específica. Esta jerarquía incluye ocho niveles principales: Dominio, Reino, Filo, Clase, Orden, Familia, Género y Especie.
El Dominio es el nivel más alto e incluye tres grupos: Bacteria, Archaea y Eukarya. Los Reinos dentro del Dominio Eukarya incluyen Animalia (animales), Plantae (plantas), Fungi (hongos), Protista (organismos unicelulares) y otros más recientes.
Cada nivel inferior agrupa organismos más estrechamente relacionados. Por ejemplo, dentro del Reino Animalia, los vertebrados pertenecen al Filo Chordata, que incluye a todos los animales con columna vertebral. La Clase Mammalia incluye a todos los mamíferos, mientras que el Orden Carnivora agrupa a carnívoros como leones y tigres.
La nomenclatura binomial es un sistema de nombres científicos en latín que identifica a cada especie con dos palabras: el Género y la Especie. Por ejemplo, la denominación científica del ser humano es Homo sapiens.
Este sistema de clasificación no es estático; evoluciona con el descubrimiento de nuevas especies y avances en la genética. Hoy en día, la clasificación también se basa en similitudes genéticas, lo que ha permitido una comprensión más profunda de las relaciones evolutivas entre los organismos.