La Tierra está compuesta por varias capas distintas, cada una con características únicas que contribuyen a la estructura del planeta.
Antes de pasar al mapa conceptual de las Capas de la Tierra, repasemos sus características.
Características de las Capas de la Tierra
La corteza es la capa más externa, delgada y rígida. Se divide en corteza continental, más gruesa y menos densa, y corteza oceánica, más delgada y densa. La corteza es el lugar donde vivimos y está formada por placas tectónicas que flotan sobre una capa más fluida.
El manto ubicado debajo de la corteza, se extiende hasta aproximadamente 2.900 km de profundidad. Se divide en manto superior e inferior. En su parte superior se encuentra la astenósfera, una capa semi-líquida sobre la cual se mueven las placas tectónicas. El manto está compuesto principalmente de silicatos de magnesio y hierro y es responsable de la actividad volcánica y sísmica.
Debajo del manto, el núcleo externo se extiende desde unos 2.900 km hasta 5.150 km de profundidad. Esta capa es líquida y está formada principalmente de hierro y níquel. La circulación del metal líquido en el núcleo externo genera el campo magnético de la Tierra.
En el centro de la Tierra, a partir de los 5.150 km, se encuentra el núcleo interno. Esta capa es sólida debido a las altísimas presiones, a pesar de que sus temperaturas son extremadamente altas. Está compuesto también de hierro y níquel, y se cree que es responsable de la formación del campo magnético terrestre.
Cada una de estas capas desempeña un papel crucial en la dinámica de la Tierra, desde la formación de montañas hasta la protección contra la radiación solar mediante el campo magnético.