La Caída de Tenochtitlán en 1521 marcó el fin del Imperio Azteca en manos de los conquistadores españoles liderados por Hernán Cortés. Este evento crucial comenzó con el asedio prolongado de la capital azteca, una ciudad próspera construida sobre lagos y conectada por puentes y calzadas.
Antes de pasar al mapa conceptual de la Caída de Tenochtitlán, repasemos sus características.
Características de la Caída de Tenochtitlán
La superioridad tecnológica de los españoles, como la pólvora y los caballos, junto con las alianzas estratégicas con pueblos indígenas locales que resistían el dominio azteca, fueron factores decisivos. Durante meses, los aztecas resistieron el asedio español y sus aliados, enfrentando hambruna y enfermedades.
La valentía del emperador Moctezuma, inicialmente cautivo de los españoles, no logró calmar la creciente resistencia de su pueblo hacia los invasores. Después de la muerte de Moctezuma bajo circunstancias controvertidas, la situación se volvió más volátil.
La batalla final llegó en agosto de 1521 cuando las fuerzas de Cortés lanzaron un ataque final contra la ciudad. Las calles estrechas y los canales complicaron la batalla, pero los españoles lograron penetrar las defensas aztecas. La lucha casa por casa fue intensa, y los aztecas, diezmados por enfermedades como la viruela, no pudieron contener el avance español.
La caída de Tenochtitlán fue seguida por la destrucción de gran parte de la ciudad y la construcción de lo que se convertiría en la Ciudad de México. La conquista significó no solo la derrota de un imperio sino también el inicio de la colonización española de Mesoamérica, transformando profundamente la historia y cultura de la región.