El ácido desoxirribonucleico, o ADN, es un ácido nucleico responsable de almacenar la información genética presente en los seres vivos. Antes de pasar al mapa conceptual del ADN, repasemos sus características.
Características del ADN
La molécula de ADN está compuesta por nucleótidos y tiene un formato de doble hélice.
Existen seres eucariotas y procariotas, ambos compuestos de ADN. Sin embargo, en los eucariotas el ADN se encuentra en el núcleo de la célula, en las mitocondrias y en los cloroplastos. En cambio, en los procariotas, el ADN no está delimitado por una membrana, sino que se localiza en una región denominada nucleoide.
Está formado por nucleótidos, que están separados en tres partes:
- Un hidrato de carbono pentosa (cinco carbonos).
- Uno o varios grupos fosfato.
- Una base nitrogenada.
También hay presencia de un azúcar, una desoxirribosa, es decir, una pentosa que tiene un hidroxilo menos en comparación con la ribosa.
El ADN está compuesto por dos cadenas de polinucleótidos formadas por nucleótidos, que se unen mediante el enlace fosfodiéster, que no es más que el grupo fosfato que une dos azúcares de dos nucleótidos.
La unión de los nucleótidos genera una secuencia de enlace normalizada, que luego forma la cadena principal. La cadena principal alberga las bases nitrogenadas.
En el ADN están presentes dos cadenas de polinucleótidos que generan una doble hélice. Las cadenas principales se encuentran en la parte externa de la hélice. Las bases nitrogenadas se encuentran en el interior y están unidas por enlaces de hidrógeno. Las dos cadenas están unidas gracias a los enlaces entre las bases nitrogenadas.
El ADN es esencial para los seres vivos porque almacena y transmite información genética, razón por la cual existen similitudes entre parientes, por ejemplo. Además, el ADN funciona como un rompecabezas para la síntesis de la molécula de ARN, es decir, la síntesis de proteínas.