Aprende a dejar de procrastinar ahora

Procrastinación 6 consejos para ayudarte a dejar de procrastinar y ser más productivo

La dilación es algo muy común entre las personas. De cualquier manera, ella puede ser una enemiga en su vida cotidiana, especialmente para aquellos que no pueden alejarse de ella.

Si realmente quieres ser productivo en tu rutina, la procrastinación de tareas está totalmente en contra de ese objetivo. Sin embargo, es un problema tan arraigado en el ser humano que se hace difícil no acabar cayendo constantemente en la procrastinación.

¿Cómo vencer la procrastinación? Pues bien, existen algunas estrategias o técnicas que pueden ser efectivas contra este problema. ¡Sigue leyendo para comprender mejor qué es la procrastinación, sus causas y consejos sobre cómo evitarla!

Libro de procrastinación: ¿aprender a terminar con la procrastinación?

¿Qué es la procrastinación?

La procrastinación es la definición de detonación de actos. Es decir, cuando se debitan actividades para un futuro incierto.

Es un comportamiento normal, en cierto modo, cuando hablamos de priorizar prioridades, pero en algunos casos, sobre todo cuando esto se vuelve constante, se vuelve muy perjudicial para tu calidad de vida.

La palabra procrastinar proviene del latín, Procrastinatus. Pro significa «adelante», ya Crastinato significa «mañana».

La etimología puede ser un poco difícil de entender, pero en resumen, la procrastinación es la acción de posponer algo o prolongar una situación.

Un ejemplo que es muy común que podamos observar, cuando se trata de la rutina de una persona, es cuando necesita hacer un trabajo, ya sea la escuela, la universidad o su vida profesional.

La procrastinación viene cuando esa persona está haciendo cosas menos importantes, poniéndolas primero y esto termina posponiendo este trabajo cada vez más.

Esto también incluye la situación de sentarse en su escritorio para realizar esta tarea, pero todo parece más interesante, incluso jugar con un bolígrafo, que realmente hacer el trabajo. Y ahí comienza el acto de prolongar la actividad de nuevo, configurando así la procrastinación.

¿Qué causa la procrastinación?

El hecho es que la procrastinación no es necesariamente «cosas perezosas». Esto es lo que muchas personas dicen y terminan enmascarando las verdaderas causas de este problema.

Por lo tanto, echa un vistazo a las causas fisiológicas y psicológicas de la procrastinación:

Causas psicológicas

En resumen, la procrastinación puede estar directamente relacionada con trastornos mentales como la ansiedad, la depresión y los problemas de autoestima.

Muchas personas dejan de realizar tareas por temor a la desaprobación. Así, acaba convirtiéndose en un hábito y toda actividad acaba posponiéndose lo máximo posible o realmente no se realiza.

Además, es posible que las personas con déficit de atención (TDAH) sufran aún más de procrastinación, ya que es algo que sucede repetidamente y sin control.

Todo siempre termina siendo para más tarde.

Fisiológico

La causa fisiológica está vinculada al cerebro, más específicamente a la corteza prefrontal.

Si algo fuera de lo común sucede en este lugar, como una lesión, por ejemplo, la persona puede terminar distrayéndose aún más por factores externos.

Esto se debe a que la corteza prefrontal es responsable del control de los impulsos y la determinación del enfoque, además de otras funciones.

¿Cuáles son los síntomas de la procrastinación?

Una vez que entiendas mejor qué es la procrastinación, es importante ser consciente de los síntomas que este problema puede provocar en tu día a día.

Así que echa un vistazo a 5 síntomas que significan que caíste en la procrastinación:

1. Te tomas el tiempo para levantarte de la cama

Suena el despertador y no mueves un músculo para empezar a despertarte y levantarte. La pereza te domina y no quieres levantarte de la cama en absoluto. Sin mencionar el botón de repetición que usas de nuevo, una y otra vez.

2. Siempre estás en el móvil

En segundo lugar, no debería sorprender a nadie que uno de los mayores catalizadores de la procrastinación sea el teléfono celular. El caso es que no está prohibido tocar el móvil, revisar tus redes sociales o incluso jugar a un juego. Pero el problema es que se convierte en una prioridad en tu vida, te vas de otras tareas importantes y las intercambias por pasar 2 horas al teléfono. Esto termina siendo una pérdida de tiempo y una adicción, causando que tus días se vuelven cada vez menos productivos.

3. No tienes enfoque

Por lo general, cuando hay procrastinación, la persona ni siquiera se da cuenta de que está procrastinando. Así, la falta de enfoque acaba siendo una señal difícil de percibir. Las prioridades no son tan claras para esa persona.

Generalmente, pierde más tiempo del necesario para hacer actividades sencillas, que no requerían tanto tiempo, además de posponer tareas más complicadas, precisamente aquellas que requieren más concentración y dedicación.

4. Piensas demasiado y haces poco

Por supuesto, esta puede ser la mejor de las intenciones, sin embargo, la persona que cayó de la procrastinación pasa mucho más tiempo reflexionando y analizando qué y cómo realizará una acción en particular que realmente poner sus manos en la masa y realizar esa tarea.

5. Dejas todas tus entregas para última hora

Procrastinar a las personas tiene una habilidad increíble: la de rizar el rizo. Resulta que, ya sea un trabajo universitario o una demanda de trabajo profesional, la persona que está atrapada en la procrastinación espera hasta el último segundo posible para realizar la actividad.

Es común, por ejemplo, que un procrastinador pase noches despierto estudiando o trabajando, para poder entregar lo que necesita a tiempo.

¿Cómo evitar la procrastinación? Consejos

El último paso después de comprender el problema y revisar los síntomas de la procrastinación es buscar soluciones para terminarlo y obtener un estilo de vida mejor y más productivo. Aquí hay algunos consejos sobre cómo terminar con la procrastinación:

1. Primer paso: tómalo con calma

Dar un pequeño paso es una gran estrategia para superar la procrastinación, según la propia ciencia. El truco es establecer una meta baja, es decir, algo simple, que puedas lograr más fácilmente, pero que aún así será un logro tuyo.

2. Controla tus emociones

El problema de la procrastinación no está solo en la gestión del tiempo, sino también en su estado de ánimo. No esperes que estés de buen humor todos los días, porque cuando tus emociones no son muy buenas, eso no significa que no debas luchar para realizar tus tareas.

Una vez que tengas esa noción, ya no caerás en este círculo vicioso, que evita procrastinar las tareas. Averigüe primero por qué dedica estas tareas y así puede recurrir a tácticas de regulación emocional.

3. Comprueba si incluso tienes el problema de la procrastinación

Como ya hemos citado aquí, hay algunos síntomas que definen la procrastinación. Por ello, es importante entenderlos y observar bien sus comportamientos, haciendo un autoanálisis. Entiende por qué retrasas tus actividades: ¿es inevitable? ¿Te gusta sentir la adrenalina? ¿Priorizas el ocio sobre las responsabilidades? ¿O sufres de problemas psicológicos? ¿Y los físicos?

4. Practica la procrastinación «estructurada»

Esta fue una investigación de un profesor de filosofía llamado John Perry. Básicamente, la procrastinación «estructurada» funciona así: siempre ponga la tarea más importante primero y aproveche su voluntad de evitarla para resolver todas las demás.

5. Piensa en tu «yo del futuro»

Imagina lo gratificante que es para tu «yo futuro» no tener que preocuparte por ninguna tarea porque ya lo has hecho. Especialmente en casos de imprevistos. Piensa en la siguiente situación: te fuiste a hacer un trabajo de última hora y esa noche terminaste teniendo fiebre, por lo que no lograste hacer el trabajo y no entregarás a tiempo.

De todos modos, incluso sin pensar en el tema de los eventos imprevistos, comprender que el futuro solo traerá mejoras a su productividad es un paso hacia el fin de la procrastinación. Fortalece tu sentido de continuidad.

6. No seas demasiado tú mismo

Finalmente, el proceso de dejar de procrastinar es largo y no ocurre de la noche a la mañana. Evita regañarte, después de todo, los pensamientos y sentimientos negativos terminan desmotivándote para evitar que veas claramente la situación.

Un consejo es escribir una nota por cada momento de procrastinación que notes. En esta nota, escribe como si fueras un amigo, consolándote que no hay nada malo. Es decir, normalizar tus resbalones te ayuda a controlar tus emociones y te ayuda a seguir adelante.

Bien, ahora todo está más claro sobre qué es la procrastinación, qué causa, cómo identificarla y finalmente algunos consejos sobre cómo evitar este problema.


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